miércoles, 17 de febrero de 2010

LA POESÍA AL PUEBLO

LA POESÍA AL PUEBLO

Cuántos poetas populares nos encontramos en nuestros pueblos, gente sencilla que quiere expresar sus vivencias cotidianas. A veces, sin embargo, se confunde la creación poética con el sentimentalismo o la cercanía, la inspiración o la experiencia, con el trabajo y la lectura. Los grandes poetas, trabajadores del verso, dedican su vida a la labor creativa, fundan en ella el objeto de su existencia. Decía el poeta Octavio Paz, “La poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono”. El poeta se salva, a pesar de las horas, a pesar de las dudas, a pesar de la incomprensión, halla en su particular trabajo un fundamento inmortal de su existencia.
Y así, sin escribirlos, escribo versos.
Hay de golpe, cosas, en mis manos, que no son yo.
Hay de golpe, cosas, en el mundo, que no son mi vida.
(La patria del poeta, Miguel Menassa)
Ese no ser yo, esa ruptura entre la experiencia y el trabajo es lo que funda al verdadero poeta, aquél que renuncia a sí mismo, aquél que nos entrega su sangre vertida en las páginas. Como poetas, hay también buenos lectores, forjados en los libros, que saben distinguir la vida del hombre, que cede su existencia al poema, de la historia que los versos reflejan. Hay otros, vírgenes, que aún confunden carne y papel, y quieren ver como en un reality show las miserias personales del escritor.
El cuerpo no sirve para la creación poética, estorba. Es la historia del hombre la que se escribe en cada estrofa. Es el futuro el que se anuncia para aquél que sabe leerlo. Un lector, como un poeta, no nacen hechos. Nada viene dado previamente.
Remar en cualquier dirección tampoco sirve.
La tierra que promete la poesía siempre es la misma.
Se llega o no se llega.
(El verdadero viaje, Miguel Menassa)
La mayoría, tristemente, se queda en la cultura oficial, la de la experiencia, la de los grandes titulares. La mayoría no llega a la poesía. Los versitos no bastan. La poesía requiere la integridad de un hombre sin mirada, tomando los versos de Menassa. Un hombre que desde un lugar u otro, (poeta o lector) inicia su verdadero viaje hacia la verdad. Como decía el poeta Huidobro, “que el verso sea como una llave que abra mil puertas”.
Soy un humano terrestre, lleno de algarabía,
la luz, que se bebe el futuro para contarlo.
Voz sin ecos, equilibrada voz sin ecos, voz.
(La patria del poeta, Miguel Menassa)


1 comentario:

Anónimo dijo...

Estimada Helena:

Me resulta muy grato leer tus siempre animosos escritos en alhaurín.com.
Vi ayer el vídeo de tu estupenda conferencia resumen sobre fetichismo.
El fetichismo, como objeto de estudio, me ha interesado, por razones que no vienen al caso.
No me resisto a darte mi opinión, pues tú dices en la conferencia algo distinto a lo que dijo Freud sobre el fetiche y sobre el modo como surge(minuto 10:30 y ss.). Creo que tanto Freud como tú podéis haber pasado por alto un asunto que considero de interés pues aunque Freud habla de un mecanismo de amnesia traumática, quizás influido por la relevancia que da al olvido en sus teorías, parece que las cosas ocurren de otra manera en este asunto.
Hoy no tengo tiempo para más, pero otro día te preciso todo esto.

Saludos.