TRAS LA DESESPERACIÓN
Toqué el fondo de todas las esperanzas.,
me abracé al vacío de tu recuerdo
ya no quise más ser sombra, tibieza,
nostalgia de una filosofía privada de verdad.
El eco de unas voces me despertó de la locura,
el cálido tacto de una piel aún desconocida.
Reímos toda la noche mientras
las velas consumían los deseos.
Nos abrazamos a un nuevo canto
y al ritmo de los latidos del verso
nos bañamos en la pila bautismal,
renaciendo a la vida, tras este tibio final.
Helena Trujillo
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