miércoles, 30 de diciembre de 2009

CAMBIAR DE CLASE SOCIAL NO ES PELIGROSO




¿Cree usted que se transformará en un extraterrestre? ¿Se volverá despiadado  y repudiará a sus personas amadas? ¿El dinero pervertirá su bondad? Cuántas ideas erróneas existen en la mente de una persona que le impiden dar un paso decisivo en su vida. Sabemos gastar el dinero, quemar nuestras tarjetas de crédito en los centros comerciales, vestir a la última moda, viajar hasta el confín del mundo o ponernos labios de plástico. Llevamos coches último modelo, las joyas brillan en nuestra piel, pero nuestros ojos denotan tristeza, nuestra satisfacción sexual escasea, tenemos los dientes podridos, no sabemos educar a nuestros hijos, no hablamos con nuestros familiares…
Saber utilizar el dinero para comprar servicios es algo que implica cambiar de clase social. Comprarse los servicios de un abogado, un dentista, un asesor de imagen, un psicoanalista, eso sólo pueden aquellos que se animen a invertir el papel moneda en lugar de sólo gastarlo. Comprar bienes de consumo no nos transforma, nos mantiene con los mismos pensamientos, incluso en muchas ocasiones nos permite disponer de una vida para la que no estamos preparados. Ejemplos tenemos de personas que tuvieron un accidente mortal con su coche nuevo, o que estropearon su fantástico traje el mismo día del estreno.
El dinero, por tenerlo, no nos enseña a utilizarlo. Hay que transformar nuestra forma de pensar para poner la economía a nuestro servicio y no estar nosotros al servicio de la sociedad consumista. La vida es sólo una y hay que aprovecharla, vivirla con satisfacción, con salud. Educar a los hijos como corresponde. Trabajar no por obligación, sino como derecho y medio de realización personal. Conquistar la sexualidad y no ser esclavos de la moral sexual. Ser responsables, al fin y al cabo, de la vida que tenemos, disponer de los medios necesarios para poder solucionar los problemas que acontecen a lo largo de la vida y no padecerlos  miserablemente mientras disponemos de varias casas, varios coches, montones de billetes debajo del colchón.

Helena Trujillo
Psicoanalista Grupo Cero

lunes, 28 de diciembre de 2009

Aladino y la lámpara maravillosa

ALADINO Y LA LÁMPARA MARAVILLOSA




De pequeña me contaron la historia de Aladino y la lámpara maravillosa. El joven y soñador muchacho se encontró en medio del desierto una antigua lámpara y, mientras la limpiaba, un gran genio salió de su interior. Tras la sorpresa, el muchacho se dirigió al personaje preguntándole quién era y cómo había salido de tan pequeño objeto. El genio, aún aturdido por su larga estadía en el interior de la lámpara, comenzó a contarle su historia. Aladino, estupefacto por lo que estaba escuchando, comenzó a imaginar qué deseos le gustaría que se hicieran realidad. Es tan fácil dejar correr la fantasía, tan sugerente pedir y que se haga, al instante, realidad. Aladino eligió entre el amplio y ambicioso abanico de posibilidades tres deseos, según lo que el genio acababa de decirle. Deseos que cambiarían su vida al instante.
Hoy, a punto de cumplir años, las cosas no son como los cuentos ni nuestra ingenuidad es la de nuestra infancia. La realidad nos devuelve muchas veces  algún que otro desengaño y conseguir lo que anhelamos no es tan fácil como frotar una lámpara maravillosa. No obstante, que las cosas no se consigan de inmediato no empaña la alegría de conseguirlas.
En estos días festivos, de encuentros familiares, de comidas de empresas y de amigos, he tenido la oportunidad de compartir mesa con relaciones que se han ido estableciendo en estos años de trabajo. Vínculos que a veces una misma no se da cuenta que tiene y, sin embargo, ahí están y crecen con los años. Personas amables, con profesiones interesantes y ambiciones de futuro se van sumando, poco a poco, y van enriqueciendo mi mundo, mundo soñado algún día en el pasado y que se va haciendo realidad, granito a granito.
No me desilusiona que la vida no sea como en el cuento de Aladino, que a veces haya que hacer un esfuerzo para levantar el teléfono y llamar a alguien desconocido, que haya que pasar momentos difíciles, que incluso una llegue a sentirse una incomprendida en su tierra. La vida siempre te devuelve con creces lo que has sembrado y compartir una noche, una tarde, con estas personas de bien, multiplica mis energías. Ellos y ellas son los que iluminan mi camino, los que ponen su energía en el exterior para cambiar la realidad de su casa, su barrio, su ciudad. Presentadores de televisión, directores de diarios, empresarios, médicos, promotores asociativos, políticos, conocedores de su tierra, maestros, etc.
Los grandes proyectos se van haciendo a lo largo de los años, a veces, sin darse cuenta, hasta que llegan estos momentos en los que se mira alrededor y puedes ver las personas que se han ido sumando, los logros alcanzados, la vida transformada. Mi vida personal y profesional no ha sido fácil, como no es la vida de nadie, pero tengo la alegría de estar en el camino deseado, con las energías plenas, mirando al futuro de mi ciudad y viéndome ocupar un lugar en ella.
Felices fiestas, feliz año nuevo, compañeros de la vida.

Helena Trujillo Luque

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Despide con nosotros el año 2009. Recital poético.



EL PRÓXIMO SÁBADO 26 DE DICIEMBRE FIESTA DE NAVIDAD

A las 20 horas RECITAL POÉTICO
Entrada libre
En C/Esperanto,9-2ºD Málaga

Luego, los que se animen, nos iremos a cenar y brindaremos por el año que termina
y el nuevo año que está a punto de comenzar.

¿Te animas?

Más información teléfono 952 39 21 65

¿Quién entiende mis padecimientos?

APUNTES DEL TEXTO PSICOANÁLISIS Y MEDICINA,

del libro Freud y Lacan –hablados- 1




¿Qué psicoanalista actualmente, a pesar de las pretensiones teóricas del psicoanálisis, no quiere curar cuando trabaja, no tiene ambiciones de curar cuando practica el psicoanálisis?

Esta ambición de curar sería para el mismo psicoanálisis un defecto del psicoanalista.

El propio Freud escribe que en su práctica cotidiana sólo sentía tranquilidad cuando alguien le contaba un sueño, es decir, cuando el paciente se dignaba a hablarle de algo que podía entender por conocer su modo de producción.

La medicina nunca comprendió y no comprende al paciente neurótico, al paciente nervioso. En los ambulatorios, el 50% de los pacientes están desatendidos médicamente porque concurre con padecimientos mentales y los ambulatorios no tienen asistencia médica específica para este tipo de enfermedades.

La medicina experimenta con el paciente neurótico nuevos métodos terapéuticos frustrados, en tanto ninguno de ellos tiene en cuenta el descubrimiento psicoanalítico. Freud atribuye a la afectividad, a los sentimientos, la capacidad de enfermar el organismo.

¿En qué universidad se enseña esta nueva disciplina? ¿Dónde se transmite la experiencia que permitirá curar enfermedades que todavía no fueron concebidas como tales por la medicina?

Muchas veces pensamos que el paciente finge. Aún hoy los síntomas nerviosos son mal vistos, son considerados como un vicio o un capricho.

Hay enfermedades que son crónicas para la Medicina y que para el Psicoanálisis se transformarían en enfermedades agudas. Por ejemplo la úlcera. Comienza cuando uno es muy jovencito con una especie de gastritis, una especie de rabia por todo, una especie de impotencia por hacer lo que los otros nos piden, nuestros padres, nuestra mujer, nuestro jefe. Ya para entonces la gastritis se ha convertido en una pequeña ulcerita y eso quiere decir una pérdida de sustancia. A nadie se le ocurriría cortarse un dedo, a Van Gogh se le ocurrió cortarse una oreja. Sin embargo hay millones de personas que son capaces de cortarse un poquito de estómago y nadie piensa que están locos.

Tenemos que llamar la atención sobre el bombardeo de medicamentos a los cuales todos estamos acostumbrados, tanto pacientes médicos como pacientes psiquiátricos. Habrá que proponerle al paciente algo que la medicina no tiene para proponer, que es otra mirada, otra visión sobre la problemática que lo aisla.

Los licenciados en Psicología no están capacitados para entrar en el mundo del inconsciente y si lo hacen son curanderos si todavía no cumplen los requisitos de ser psicoanalista.

...

lunes, 14 de diciembre de 2009

Esta tarde algo aprenderé. Leyendo a Menassa.

ESTUDIANDO. TEXTO CONCEPTO DE RUPTURA.
Autor: Miguel Oscar Menassa.


NOTAS DESTACADAS:


Cuando mi mamá me quita el pecho a los cuatro meses no me doy cuenta de nada. Me doy cuenta cuando dentro de unos años -que pueden ser 1, 2 ó 35- comprendo que los niños pequeños toman el pecho. El inconsciente se constituye por après-coup, por recurrencia, por acción diferida, funciona en mí sin que yo sepa nada de él, pero es un saber que sin saber poseo. Y éste es un nuevo campo ideológico que abre el psicoanálisis: el de un saber no sabido por el sujeto.


El tiempo del inconsciente es el futuro anterior, que es un tiempo diferente al de nuestra conciencia, al que usamos cuando vivimos nuestra vida cotidiana. Decimos, entonces, que el inconsciente produjo también una ruptura con respecto a la vida.


Y si sangra el hombre por varias heridas, con la producción del inconsciente, fue también una herida (creo del mismo calibre) decirle al hombre que la vida sexual tenía tamaña importancia en su vida psíquica.



Es decir, que la conciencia para el psicoanálisis es un órgano perceptual que, al percibir la realidad, la hará como cualquiera de los otros órganos perceptuales.
Por lo tanto, la conciencia sólo podrá tener de la realidad una visión no convalidada, un pre-juicio, una representación ideológica de la realidad.


Todas las ciencias contemporáneas se transforman en ciencia cuando pueden romper el circuito de lo real cuando desaparece uno de los términos de la relación real. Se transforman en ciencia cuando la relación real-imaginario se transforma en relación imaginario-real-simbólico. Y esto pasa en la lingüística, con el psicoanálisis, con la teoría del valor también pasa en la física, en tanto las primeras construcciones teóricas de la física se hacen tomando como estructura formal, vacía, la estructura de las magnitudes geométricas. El instrumento que hace posible una teoría física es un instrumento matemático.



Las ciencias no vienen a dar exactitud. Vienen a dar problematización. La de la exactitud es la ideología, que es quien dice: ese vestido es negro. La ciencia dice: esa fibra es sintética y tiene dos partes. La ciencia no tiene mirada, lo que tiene mirada es la ideología.

Todo no, pero hay cosas que sólo se resuelven con psicoanálisis.


Comienzo la celebración de mis primeros 10 años de profesión,
lanzando una promoción muy interesante:







Si comienza a psicoanalizarse en diciembre de 2009, puede disfrutar de condiciones muy ventajosas:
4 sesiones por sólo 200 euros al mes (1 sesión semanal)
Un importante ahorro económico para comenzar el nuevo año
 realizando una buena inversión.

Usted puede preguntarse ¿para qué sirve psicoanalizarse?:

·         Comienzo a psicoanalizarme, no para curar ninguna herida pasada, sino para vivir mejor los años futuros.
·         Nuevos caminos otorgan nuevas libertades y eso cualquiera lo sabe. Pero, también, hay que saber, que vienen acompañados de nuevos compromisos.
·         Sólo caminando se sabe dónde se tiene que ir.
·         Ninguna locura es magistral, es decir, ninguna locura puede dejar ninguna enseñanza.
·         Tengo que decidirme a tomar algo del mundo. Con todo el mundo, nadie se puede quedar.
·         Poder pronunciar en voz alta las fantasías sobre una persona, aparentemente, loca, la mejora.
·         En lugar de abandonarlo todo, tengo que aprender a abandonarme en todo.
·         No tengo miedo de volver, tengo miedo de no haber partido nunca.
·         Quería ser el mejor en todo. Terminé queriendo fracasar mejor que nadie y casi lo consigo; de no ser porque la angustia me señalaba errores, hubiese sido ciego hasta la muerte.


Y si aún no sabes por qué comenzar tu psicoanálisis debes saber:

Un deseo que no transcurra como palabra no puede ser transformado
y un deseo que no se transforma es, todavía, un deseo sexual infantil sin sentido social, debería ser reprimido.

SOLICITE UN HORARIO. Teléfonos 952 39 21 65 – 626 67 33 22.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Acerca de la libertad



BALBUCEAR, de La Poesía y Yo
-FRAGMENTO-
Fui libre todo lo que quise.
De tanta libertad
me fui llenando las manos
y los ojos
de violentas miserias.

La soledad y el hambre
en cada libertad
se apoderaban de mi mente
y rumiaba la libertad
como si la libertad
fuera un pasto salvaje
y yo una fiera.

Libertad inútil libertad
y mordía una vez más ese vacío
y salía a la calle
y los mercaderes me miraban
con malos ojos
y algunos amigos me decían:

Estás adelgazando
seguir así
te llevará al silencio
alguna tarde morirás.

Muerto
yo los miraba
entontecido sin comprender.
Envolvieron mi cuerpo
con delicadas prendas
como nunca nadie me había visto
y se gritaban unos a otros:

La libertad vivía en él.
La libertad ha muerto.


FUNDAMENTOS ANTOLÓGICOS DE POESÍA Y PSICOANÁLISIS
-FRAGMENTO-
Palabra a palabra construiré un imperio.
Soy un ser aislado, suspendido entre signos de puntuación.
Un sereno juglar de la belleza oculta, de los bienes perdidos. 
Alma me dicen y mi congoja llega hasta los límites del mar.
Amor me dicen y se desgarra mi tierra en terremotos, caídas.

Soy un ser enamorado del pedazo de pan que me llevo a la boca.
Un solitario ser, amante del crujido del pan entre mis dientes.
Paz me dijeron y estalló frente a mí, la guerra, la vergüenza.
Paz, gritaban, mientras le cortaban las manos al cantor, al viento.

Soy mi Tristán, La Isolda, el ser vivo del otro, vieja soledad.
Esa vieja costumbre de saber recorrerme sin violencia, sin Dios.
Un punto en el centro del corazón, una coma colgando de los labios.

¡Libertad! Me gritaron, ¡Trabajo! me gritaron y libertad.
Fue divertido ver como se ataban hasta inmovilizarse.
Me agarré los huevos con las dos manos y zarpé.



DESDE ARGANDA DEL REY, LA PUTA VERDAD
3 de agosto de 1984, Madrid, Arganda del Rey
-FRAGMENTO-
No hay fuerza que termine con la libertad de palabra, porque la libertad de palabra, depende de la palabra y no del que la pronuncia. La libertad por la cual el hombre en general, lucha toda su vida es, simplemente, un desatino frente a la libertad que lo somete. Es decir cualquier palabra puede ser unida a cualquier palabra, y eso es una ley. Es decir, la ley vendría a decir que el que habla, por hablar, adquiere la libertad de lo que habla. Si un hombre mata a todos los universos y queda sólo, él mismo, al hablar, quedará en libertad y todo recomenzará nuevamente. Cualquier tirano lo sabe.


PSICOANÁLISIS Y VIDA COTIDIANA 
-FRAGMENTO-
  Llamamos vida cotidiana al espacio tiempo de nuestra vida producido por dos sobredeterminaciones: la determinación social y la determinación inconsciente, y una imposición variable: los modelos ideológicos del Estado. Las tres variables en juego hacen imposible al sujeto tener una vida cotidiana que escape a la articulación entre su posición de clase, su enfermedad mental y los modelos ideológicos del Estado. La libertad del hombre queda reducida a las fisuras que se produzcan en dicha articulación. Quiero decir, la libertad casi no existe y cuando existe es considerada como delincuencia, como locura o como inmoralidad.

AMOR PERDIDO BUENOS AIRES
-FRAGMENTO-
Estuve en Buenos Aires cuando un viento helado del pasado,
rozó por un instante a la mirada del mundo nuestro futuro,
cuando por poco pasa, lo que por no pasar fue todo goce,
ahí, en ese tiempo de la historia, estuve en Buenos Aires.
Que la justicia sea igual para todos, sólo eso pedían.
Altaneros, sabiendo que la vida, aún, es el futuro.
Un domingo de Pascuas, como si fuera Poca fiesta,
resucitó, alegre, así debo decirlo, todo un pueblo.
Una vez sacudida la nostalgia, el miedo, todo lo pasado,
salieron a la calle despiertos, cientos, miles, millones
y se juntaron como bandadas de palomas abiertas de paz.
Y todos juntos cantaban a los gritos sus deseos.
Nadie pedía pan, nadie pedía libertad para nadie.
La justicia sea igual para todos, sólo eso pedían.



AUTOR DE LOS LIBROS: MIGUEL OSCAR MENASSA



¿Qué piensas sobre la libertad?



domingo, 6 de diciembre de 2009

¿Contrato de amor?




Existe el contrato de trabajo, y no sólo en el derecho, sino más bien, primero, en el lugar de trabajo. No existe por ahora un contrato de amor, ya  que el contrato matrimonial no se puede considerar un contrato de amor, ya que en él tiene que ver más el dinero que el amor o, sencillamente, el deseo.

No existe ningún contrato universal que regule la cantidad de horas que necesita un amor para sobrevivir. Sin embargo, hay leyes internacionales del trabajo que aquellos países que no las cumplen son subdesarrollados o peor aún. Todo trabajador tiene una idea más o menos clara de cuántas horas tendrá que trabajar este mes y también cuántas horas tendrá que trabajar el mes que viene. 

Ningún amante sabe exactamente las horas que tendrá que dedicarle a su amante durante este mes y el próximo para poder lograr su goce, su felicidad, su permanencia a su lado.

Separar apropiadamente el sexo del dinero debe ser tarea tan fuerte como separar el número dos de la palabra amor, que no sé si algo he conseguido en ese sentido, a pesar de haber puesto toda mi energía en el tema durante los últimos cuarenta años de d mi vida. ¡Qué horror!


(Fragmento de la novela: NO VE LA ROSA, de Miguel Oscar Menassa)

viernes, 4 de diciembre de 2009

Suicidio juvenil

TODO SE TIÑÓ DE NEGRO
Otra vez una inesperada muerte ha teñido de negro la vida de una familia. Una joven de 17 años desaparecida días atrás, ha aparecido muerta en una pista forestal, no muy lejos de su casa. Las especulaciones no se hacen esperar, asesinato, muerte violenta, suicidio…La autopsia descarta la intervención de otras personas y sospecha que el fallecimiento se ha producido por la ingesta de barbitúricos. La familia, desecha en dolor, no se explica lo ocurrido. “Era una chica normal”.
La mayoría de las veces el suicidio sorprende a los más allegados de la víctima, si deja huellas, en forma de cartas, despedidas, etc. se encuentran después del fallecimiento o del intento fallido de poner fin a su vida. Cuando una persona está decidida a quitarse la vida, es muy difícil impedírselo, sobre todo porque no avisa de forma directa. Es un asunto este muy desagradable y doloroso, pues suele afectar a personas, aparentemente, sanas, a las que la vida no les va del todo mal, pero que esconden tras esa apariencia de normalidad o mera tristeza, una grave enfermedad como es la depresión.
No es la primera vez que alertamos de la importancia de detectar y tratar esta patología, que se disfraza detrás de malestares orgánicos, disminución de la capacidad de obtener placer, pérdida del apetito, abandono de las relaciones sociales, abandono o despido laboral provocado por el propio sujeto, directa o indirectamente, etc. Con esto vengo a decirles que no se diagnostica a un deprimido porque este diga: “estoy triste”, “qué deprimido estoy”, “tengo ganas de morirme”, etc. Eso nos pasa a casi todos en algún momento de la vida y eso no quiere decir que estemos pasando por una depresión.
Esta enfermedad es como una sombra gris que se posa sobre la persona, que le aleja de los gustos y las personas que, hasta ese momento, le generaban interés. Le va generando una sensación de que la vida no merece la pena y suelen dirigirse reproches a sí mismos que no corresponden, exactamente, a sus cualidades personales. Es como si hubieran sido defraudados por algo o por alguien y no pueden soportarlo. Se les cayó un ideal y no pueden establecer uno nuevo.
Las cifras de depresión en la población son altas, es una de las enfermedades psíquicas de mayor prevalencia, pero también una de las que no siempre es adecuadamente tratada. Muchas veces se les tacha de caprichosos. Se les intenta convencer de que salgan, de que disfruten. Ellos no pueden. Es fundamental un buen diagnóstico y acudir cuanto antes a tratamiento. La depresión es una de las patologías que responde antes y mejor al tratamiento psicoanalítico. Pero cuando los pacientes acuden tras años y años de enfermedad, esta ya forma parte de la propia personalidad del sujeto y la resistencia al cambio es mucho mayor. Para que entiendan, si al principio la enfermedad se reconoce como algo ajeno y molesto, con los años la enfermedad forma parte de la vida de la persona, y lucha tenazmente contra todo tratamiento que intente modificarlo.
Nunca es tarde si la dicha es buena, pero hay que actuar cuanto antes, porque el paciente corre grave peligro. Es triste que una joven como esta haya puesto fin a su vida, cegando toda posibilidad de futuro para ella. Un paso a tiempo le hubiera ayudado a superar su tristeza y ahora no estaríamos lamentándonos. A ella ya no la podemos ayudar, a las muchas personas deprimidas sí que podemos ayudarlas a VIVIR.
Helena Trujillo Luque
Psicoanalista Grupo Cero